Ciudad Victoria, Tamaulipas.- En un escandaloso giro de los acontecimientos, se ha revelado que Marcelo Olan, un supuesto licenciado y artífice de la demanda presentada contra el alcalde de Reynosa, Makito, recibió un pago del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca para presentar una denuncia preelaborada por los secuaces del ex mandatario, esta denuncia, que busca desatar una persecución política contra el alcalde de la ciudad, ya había sido ofrecida a otros individuos, incluidos diputados locales, quienes la rechazaron debido a su naturaleza claramente manipulativa y golpista.
Según fuentes confiables, Marcelo Olan aceptó la encomienda de presentar la denuncia a cambio de una suma de dinero significativamente menor, además, una vez que Olan aceptó el trato, recibió el apoyo de medios de comunicación afines al ex gobernador Cabeza de Vaca, quienes se encargaron de difundir entrevistas y notas destinadas a dañar la imagen de Carlos Peña Ortiz, el actual alcalde de Reynosa, estos medios, actuando como verdaderos sicarios de la pluma al servicio de intereses del exgobernador, se han prestado para ejecutar la estrategia de desprestigio sin cuestionar su validez ni ética periodística.
Sin embargo, Marcelo Olan no es un inocente en este entramado corrupto, la financiación de su asociación no es transparente y existen indicios de su intento por emular a su amigo Luis Espino, hijo del flamante auditor superior del estado de Tamaulipas, Jorge Espino. Se han filtrado grabaciones que evidencian las conversaciones de Olan Mendoza en un intento de comprar la lealtad de regidores del ayuntamiento de Reynosa para gestar un golpe de Estado contra Carlos Peña Ortiz, con el objetivo de cumplir su sueño guajiro de convertirse en alcalde de Reynosa.
Es importante recordar que la reunión en la que Luis Espino intentó comprar a regidores y derrocar al alcalde de Reynosa tuvo lugar en el restaurante propiedad de Marcelo Olan, cuyas fuentes de financiamiento son cuestionables, además, Olan Mendoza fue propuesto como uno de los alcaldes sustitutos en una terna sugerida en aquella ocasión. Estos hechos no pueden ser simples coincidencias, sino que evidencian una red de manipulación y complicidad entre los implicados.
El cuestionamiento sobre la honestidad de Marcelo Olan aumenta cuando se analiza su renuncia a su puesto en el ayuntamiento local. Ante las preguntas de los medios sobre si recibió dinero por parte de Cabeza de Vaca para interponer la denuncia contra el alcalde, Olan admitió que hubo un pago, pero afirmó que otra persona fue la que lo recibió en su lugar, esta respuesta ambigua solo confirma su falta de integridad y credibilidad.
Marcelo Olan Mendoza ha dejado de ser un actor político creíble, su corta carrera se encuentra sepultada bajo la sombra de su complicidad con el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, sus acciones demuestran que es un títere en manos de un personaje corrupto, resulta evidente que Olan continúa sirviendo a los intereses de un ex gobernador señalado por actos de corrupción.
En política, lo que se ve no se juzga, y su lealtad al ex goberladron ha quedado expuesta ante la opinión pública.