Los desvaríos de Geño, Maky y la Borrega
José Ángel Solorio Martínez
¿De quién fue la insensata idea de postular candidatos al Senado de la república en Tamaulipas, por el Partido Verde?
¿Creen que ello, va a ayudar a facilitar el triunfo del Plan C de MORENA?
¿Acaso eso lo articuló y puso en marcha Mario Delgado Carrillo –uno de los principales beneficiarios del dinero proveniente del guachicol–, dirigente nacional del movimiento guindo?
¿Quién le vendió a #esClaudia, la idea de postular candidatos al Senado, en tierras tamaulipecas con sus dos aliados –PV y PT– por separado?
Probablemente en otros lugares, existan condiciones para ello; aquí no: las peculiaridades del estado, son tan diferentes al resto de las 31 entidades federativas, que todo proyecto debe ajustarse a los escenarios de la región.
En el mundo concreto tamaulipeco, Eugenio Hernández Flores y Maky Ortiz Domínguez, poco ayudan a los deseos del Segundo Piso de la IV T; eso sí: complican el escenario toda vez que sus mentalidades pragmáticas –por no decir oportunistas– podría llevar a MORENA a perder votos, y no a incrementar su caudal de preferencias.
¿Geño y Maky, aliados de la IV T?
No parece.
Actúan como si fueran adversarios del jefe político del lopezoradorismo en el estado. Se vio claro, en el evento de los candidatos verdes en Matamoros. La Borrega López, en franca y abierta confrontación contra el partido y su dirigente real, despotricó contra el representante en la comarca de la cuatroté.
Maky y Geño, en una conducta de poco pudor, hicieron mutis de esa agresión; lo que políticamente, es una actitud tácita de coincidir con los planteamientos del alcalde matamorense.
En la vida real, como en política, el que calla otorga.
Eso no es lo grave.
Lo que se desprende de esa omisión cómplice de los ahora Verdes, es su carácter acomodaticio y oportunista: le dan la espalda a su presunto aliado –al Ejecutivo estatal– para entregarle el cuerpo al alcalde matamorense a cambio de un puñado de votos.
Hay señales inequívocas: En el remoto caso de llegar al Senado, sus proyectos personales y no de los compromisos de #esClaudia, tendrán preeminencia en estos dos pájaros de cuenta.
¿Acaso ya olvidaron a Lily Téllez y a Germán Martínez?
Los cerebros grises de Mario Delgado, están llevando a una desgracia personificada en desastrosos resultados para los candidatos a senadores por MORENA –Olga Sosa y José Ramón Gómez Leal–: inevitablemente, se cancelarán miles de papeletas lo que derivará en un descenso en los porcentajes para Olga y JR.
¿Acaso es un fatalismo mal fundado?
No.
No lo es.
Tanto MORENA como los Verdes, están llamando a votar por sus respectivos candidatos.
Es lo correcto.
Sólo que, hasta ahora, en la mayor parte del electorado, –excepto en algunas microrregiones como Río Bravo– no existe una sólida cultura cívica como para votar diferenciadamente. Es decir: sólo un minúsculo fragmento de la lista de electores, tiene la capacidad para emitir el sufragio en forma cruzada –sería muy clasista, decir reflexionada–.
Al grano: si un ciudadano, tacha para elegir senadores, dos o tres boletas se anulará el sufragio. (Cosa que no ocurriría si fueran en coalición; se suman para el candidato y San se acabó).
Más se oscurece el panorama, si añadimos el estridente mensaje de enfado de la Borrega López: “vamos en coalición; que chingue a su madre el que les diga que sólo voten por MORENA”.
Más claro: el delirante jefe edilicio de Matamoros, no ayuda a los candidatos Verdes, no ayuda a MORENA; está llamando a votar por los tres partidos que forman la coalición que a nivel nacional impulsan a Claudia Sheinbaum, esa táctica podría generar que, en Matamoros, aparezca la mayor cantidad de votos nulificados en las boletas para la elección de senadores.
No le busquen: ni Geño, ni Maky, ni la Borrega, trabajan para ayudar a MORENA; más bien, parece que operan para quien sale directamente beneficiado por sus desvaríos: el PAN.