Periodismo en la posmodernidad regional (Primera parte)
José Ángel Solorio Martínez
La amenaza más grave que revolotea sobre el periodismo en Tamaulipas, -contrariamente a lo que se cree- es la posmodernidad; no la expansiva ola de violencia. La irrupción de la Internet, en el sistema informativo de la región, disminuyó las influencias de la prensa escrita y electrónica -y de los periodistas y conductores que las alimentan- achicando la oferta y la demanda de periódicos y erosionando el consumo de programas informativos en TV y radio.
La poca pericia del sistema de comunicación regional -medios, propietarios y trabajadores de la información-, ha impedido su adaptación al desafío que representan un nuevo mercado -las redes sociales, absorbieron la demanda de espacios de las promociones comercial y política- y la lucha contra la relampagueante socialización de la noticia: Facebook, Tik Tok, Instagram, WhatsApp y otras.
Podemos conjeturar, en base a datos empíricos, la caída de la venta de diarios en promedio un 75 por ciento y la audiencia de Radio y TV en más del 60 por ciento.
Periódicos de la comarca cuya circulación era de 15 mil ejemplares diarios, -tres en la frontera, uno en Victoria y otro más en el sur del estado- hoy están en a la baja: varios activan a punto de la desaparición; y los que sobreviven, apenas rasguñan los mil 500 ejemplares por día.
En Victoria, todos los periódicos han desaparecido; excepto, el impreso líder -Expreso- que angustiosamente realiza esfuerzos para no sucumbir.
Ese escenario, ha golpeado trágicamente a todos los actores mediáticos; principalmente, a los periodistas. La salida fácil que han visto a aquellos problemas, los propietarios de medios, ha sido sencilla: despedir a reporteros y bajar salarios.
Ni editores, ni periodistas, han sabido responder con eficacia a la embestida de las herramientas de la Internet; están siendo ahogados, por esa avalancha de espacios desaprovechados por la otra red más vigorosa: la de los profesionales de la Información y la Comunicación.
Es decir: la red mediática -periodistas, editores, medios electrónicos- se ha visto lenta e indefensa, para procesar los beneficios de la Internet y evitar que los perjuicios la lesionen.
¿Qué hacer desde la trinchera de los medios impresos y electrónicos para atemperar esa diabólica ofensiva de la Red Madre?
1.- Entender que el cambio, es el choque entre lo viejo y lo nuevo; y que este proceso, eterno e inacabable, arrastra siempre contradicciones en la vida material y en el ámbito de las mentalidades. La definición más didáctica de inteligencia, es de Jean Piaget: “instrumento de adaptación”; esa, es la tarea de quienes desde la fisiología o desde su actividad productiva, resisten acomodándose a la vorágine de los vuelcos de la vida, de la cosmogonía, de la sociedad, de la Ciencia y de la Tecnología.
Cuando se superen el temor, la angustia al cambio, y el miedo al conocimiento, se estará preparado para navegar con certidumbre sobre la marea y las aguas que han encrespado la posmodernidad y la vorágine tecnológica que remolca.
2.- Ponderar las debilidades de la información en las Redes Sociales (RS) y las fortalezas de la prensa escrita y electrónica:
a) Su proclividad a debilitar la verdad. Las noticias, en RS poseen una fragilidad absoluta en cuanto a su veracidad: pululan las falsedades -fake news- y proliferan los profetas de la manipulación. (Umberto Eco, ha calificado a quienes interactúan en las RS, como una “legión de estúpidos”). Miles de sedicentes expertos, en Salud, Educación, Historia, Política, Sociología, Música, Literatura, etc., de dudoso profesionalismo, postean opiniones con sólo un click).
b) La superficialidad de sus informaciones. La mayoría de las noticias -derivadas de noticias de la prensa tradicional y de los medios electrónicos-, son compactadas y descontextualizadas. Esa práctica, conlleva a las RS a operar como un espacio en donde se privilegia la frivolidad.
c) Expenden noticias irrelevantes. No se mueven -mayoritariamente- informaciones de interés para los lectores; se privilegian comunicados que monetizan a favor de los emisores y en beneficio de empresas monopólicas de las RS. La información, no es un bien público; es un buen negocio para los magnates del ciberespacio.
d) Considerar a las RS, como los espacios informativos más anchos y tolerantes de violencia simbólica. Están erizadas de comentarios racistas, autoritarios, obscenos, contra la mujer, las minorías y la niñez.
e) Visualizar las RS como elementos degradantes del Periodismo y la Información. Han aniquilado los géneros periodísticos, construyendo la hegemonía de la noticia fácil, parcial y compacta.
f) Abarató los espacios comerciales e informativos, ante la migración del lector -usuario- hacia la oferta virtual.
3.- Justipreciar las fortalezas de la prensa escrita y electrónica tradicionales.
a) Buena parte de ellas, están haciendo esforzados intentos por no perecer; con lentitud, pero construyen un blindaje para realizar una migración a las RS, para reposicionarse en la Internet.
b) La mayoría, maneja informaciones de interés para la colectividad. Hasta hoy, sigue siendo la pieza angular del sistema informativo; es decir, son los medios impresos y electrónicos quienes construyen la verdadera agenda de la política, la sociedad y el mercado, en Tamaulipas. Se puede afirmar, que las RS, en la comarca actúan con cierta actitud de rémoras del marco informativo que delinea la prensa tradicional. Es éste, uno de los más potentes activos que puede presumir el sistema de comunicación tamaulipeco.
c) El manejo de noticias con mayor relevancia, es casi monopolio de la Prensa tradicional.
d) Se han ido despintando, y distanciando del amarillismo que en esencia representaba el lugar por antonomasia, de violencia simbólica contra las minorías.
e) Aún el lector, puede disfrutar excelentes crónicas, reportajes, entrevistas, artículos de fondo y editoriales en la Prensa escrita. De otra forma: el Periodismo de mayores estándares de calidad, está en la actualidad en los periódicos y no en las RS.