Madero, el centro de la gobernabilidad del sur tamaulipeco
José Ángel Solorio Martínez
Tres precandidatos fuertes, se mueven en la urbe petrolera -ciudad Madero, Tamaulipas- en busca de la alcaldía. En orden alfabético: Abel Oseguera Kernion, Carlo González y el arma secreta. (Otro que aspira, es el coordinador financiero de los hermanos Carmona, el guachicolero, Erasmo González).
Abel, un cuadro de la izquierda maderense. Fue fundador del PRD en sus años de organización combativa contra el neoliberalismo que emergía con insoportable fuerza de la mano del presidente Carlos Salinas de Gortari. Encabezó con el Sol Azteca -el dirigente era Cuauhtémoc Cárdenas, despuntando a su lado AMLO- múltiples movimientos en defensa del petróleo en la región y en la nación.
Participó como candidato a la alcaldía de Madero en el 2005, bajo las siglas del PRD. Se quedó en la raya. El PRI, seguía siendo el partido hegemónico en el estado.
Es empresario.
Tiene varias fortalezas: lleva la marca que en la ciudad -Oseguera-, ha actuado en las mejores causas, desde el rompimiento de la sociedad maderense y la familia petrolera -principalmente- con un PRI que se hincó para adorar al mercado y dejar atrás el nacionalismo revolucionario y el estado de bienestar.
Es hermano del alcalde, Adrián que ha hecho un buen papel al frente del Ayuntamiento. Varias ocasiones, ha sido señalado como de los mejores alcaldes del país y de MORENA.
Carlo González, es el actual tesorero de la ciudad. Militó en el PRD de donde pasó a sumarse al partido guindo, al lado del jefe edilicio Oseguera Kernion.
Participó activamente, como uno de los coordinadores de campaña de las dos recientes incursiones de Adrián para hacerse de la alcaldía: su elección y su reelección.
Cuenta con una gran influencia en la sociedad de Madero. En las dos contiendas que dirigió al lado de Adrián, se vinculó con la mayoría de los dirigentes de colonos de la ciudad y con diversos representantes de la sociedad civil como empresarios y comerciantes.
Ha llevado a buen fin, la tarea de administrar el Ayuntamiento.
Se ha significado como uno de los principales colaboradores de la administración que dirige Oseguera Kernion.
El arma secreta del morenismo hegemónico local, es una dama. Ante la posibilidad de que los órganos dirigentes del partido mandaten la candidatura por equidad de género a una mujer, se trabaja para cumplir esa eventualidad.
Existen varias féminas con empaque para participar con perfiles competitivos en la elección constitucional.
El Príncipe del guachicol, Erasmo González, con los fondos que le sobraron de las campañas pasadas financiadas por los célebres fraternos Carmona, realiza recorridos por la ciudad repartiendo despensas y publicidad impresa. Tiene dificultades para prender entre la comunidad petrolera; prometió ganar la diputación y regresar de inmediato para gestionar las exigencias de la ciudadanía.
No lo hizo.
Es el principal reclamo que se le hace desde las colonias.
También juega con un as bajo la manga. Promueve a su esposa, para cubrir la viable exigencia de que sea candidata y no candidato.
Ni que decirlo: los Oseguera Kernion, tienen el poderío para mantener el control de la ciudad.
En el plano local, ni el PRIAN, les hace sombra.
El escenario regional, obliga a no equivocarse.
Mucho se juega en la urbe petrolera.
Es -ante el vigor del PAN, tampiqueño- el equilibrio de la gobernabilidad del sur tamaulipeco.
Ni más ni menos.