Mante y el efecto Noé
José Ángel Solorio Martínez
La atmósfera política en la región cañera –luego de la inmolación del alcalde, candidato, Noé Ramos– es de molestia y de victimización. En estos casos, sólo podemos echar mano de la especulación; es decir: en el análisis basado en el humor social, que no siempre está fundamentado en elementos racionales; es más bien, una articulación explicativa basada en las emociones y en el imaginario colectivo.
¿Qué pasó con la desaparición del presidente municipal, en ciudad Mante, Tamaulipas?
1.- Por la forma en que ocurrieron los hechos, quienes nos enteramos de la forma artera y alevosa en que lo desplazaron de la política, no podemos más que rechazar el acontecimiento y construir una trayectoria de su vida y de su actuar en la actividad pública, como ejemplar. En esa mecánica, tienden a desaparecer las militancias y achicarse las anti-virtudes del partido que lo postula para dar paso al personaje que en su paso a la eternidad emerge purificado y puede llegar a transformarse en este caso, en un caudillo local.
Noé, ya no es un panista; es un agraviado por la política y sus espinosos escenarios.
Noé, ya no es un político de la comunidad; es una persona dañada en medio de sus deseos de servir a la sociedad de la que formó parte.
2.- Siendo como lo es, una ciudad con evidente hegemonía azul, se infiere que el atentado contra el alcalde, llevará a la ciudadanía a votar por el partido que impulsó desde hace tres años a Noé para que se convirtiera en presidente municipal. El entorno se percibe más que panista, noéista; es decir: la gente podría votar por un mártir más que por un partido. Esto, sin demeritar que el panismo en la urbe cañera es una organización vigorosa y de irrefutable presencia.
Más claro: el candidato –o candidata– sustituto (a), recibirá la adhesión ciudadana por dos vías, el lastimado panismo y la indignación ciudadana.
3.- Sea cual sea la solución para el reemplazo del aspirante fallecido, el PAN se visualiza triunfador, en un paisaje sociopolítico sombrío y de huraño humor social.
4.- La atmósfera política mantense, inhibe al principal partido de oposición –MORENA– para desplegar una campaña y una ofensiva demoledora contra el PAN y su candidato emergente. El horno no está para bollos; podría revertiría contra el morenismo, si no actúa con sensatez y urbanidad políticas. En nuestra cultura, nadie ve con buenos ojos, que se pateen cuerpos inertes.
De otra forma: el proyecto azul, quedó blindado en la región azucarera.
4.- La remoción del escenario político micro-regional de Noé, también dañó a MORENA. Si antes de los reprobables hechos, el lopezobradorismo estaba en situación de fragilidad, ahora está en circunstancias de mayor debilidad.
5.- La conducta impropia y poco civilizada del Truco Verástegui, en las recientes semanas, parece haberla atemperado. No es lo sensato, poner limón a la herida. El panismo que comanda, ha sido victimizado. El puntillazo definitivo del Instituto Federal Electoral, a Francisco García Cabeza de Vaca –rechazó su candidatura a diputado plurinominal–, le otorga la posibilidad al hijo pródigo de Xicoténcatl, de reposicionarse en la comarca.
6.- Por el efecto Noé, la ola azul mantense, podría llevarse la alcaldía y las diputaciones de la región sin problema. Hace tres años, MORENA, se quedó en la raya: fue superado por algunos 3 mil votos por el PAN; hoy se espera, que la ciudadanía se pronuncie abrumadoramente por el candidato del PRIAN. Este fenómeno, necesariamente abonará en mejores desempeños de los candidatos azules a diputados.
Como se desprende: MORENA, aquel funesto día en aquel amargo lugar, también resultó acuchillado.