por Carlos G. Cortés García
GONZÁLEZ VALDERRAMA: CRÓNICA DE UNA SALIDA ANUNCIADA
· Derivado de un enfrentamiento entre quienes lucharon por la candidatura de MORENA al Gobierno de Tamaulipas, y dados los dardos envenados, producto del “fuego amigo”, dirigidos contra el delegado de los programas de Bienestar en Tamaulipas, ayer Rodolfo González Valderrama anunció su renuncia al cargo, a partir del próximo primero de marzo.
Ayer como reguero de pólvora, corrió por los mentideros políticos, la versión sobre la renuncia del delegado de los Programas de Bienestar en Tamaulipas, Rodolfo González Valderrama, quien regresa, de acuerdo a las mismas especies, como titular de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación.
Pero esta “renuncia” no fue sorpresiva, de ninguna manera. Por el contrario. Los observadores políticos ya la veían venir dada la “animadversión” de los patrocinadores del hoy precandidato de MORENA a la gubernatura de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, y el propio González Valderrama.
En este mismo espacio asegurábamos antes de que hubiera precandidato de MORENA, que González Valderrama no pasaría por dos razones: primero, los tamaulipecos no lo conocían hasta que llegó a Tamaulipas como Delegado, en sustitución de José Ramón Gómez Leal, el llamado JR, y por su cercanísima relación con el coordinador de los senadores de MOREN en el Congreso de la Unión, Ricardo Monreal.
González Valderrama y Monreal son amigos, cómplices y socios. Y Monreal se ha convertido en los últimos meses en el adversario principal del propio presidente López Obrador, y “líder moral” del Movimiento de Regeneración Nacional, al disputarle la decisión de elegir a su sucesor y al darle una y otra y otra vez a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien hasta hoy se ve como la candidata natural a la presidencia de México por MORENA para la elección de 2024.
El caso es que, en Tamaulipas, la selección de abanderado de MORENA, fue una cena de negros para todos los que en ellos participaron. Todos se dieron con todo. Y no era para menos. Las encuestas daban como “seguro ganador” a MORENA en la elección del próximo 5 de junio. Y entonces todos los aspirantes hicieron uso de sus más sofisticadas “armas políticas” para torpedear a los otros.
Y hoy que está tan de moda en las mañaneras el tema de la transparencia, sería bueno que todos quienes participaron en esa “contienda interna”, que por cierto no fue tan interna, que digan cuanto se gastaron, en que se los gastaron, a través de que empresas y de donde obtuvieron los recursos. Esto es, que Américo Villarreal, Rodolfo González Valderrama, Maki Esther Ortiz Domínguez, Héctor Garza González, Olga Sosa, Adrián Oseguera Kernión, y todos, absolutamente todos, que saquen las facturas y los depósitos, porque “hay que hacer cada día más pública la vida pública de México”.
Y claro que hay un enfrentamiento real entre el delegado de los programas de Bienestar del Gobierno Federal, Rodolfo González Valderrama, y Américo Villarreal Anaya, ya que tanto Américo como Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de MORENA, responsabilizaron al tampiqueño de la caída de MORENA, y del propio precandidato, Américo, de la caída en las preferencias ciudadanas, que han hecho que en las últimas semanas, de estar en la lona el abanderado de la Coalición “Va por Tamaulipas”, César Augusto Verástegui Ostos, “El Truko”, se recuperó sorprendentemente en algunas mediciones, pisándole los talones al abanderado de MORENA, y en otras ya lo rebasó por la derecha, lo que significa, dicen en mi pueblo, que “caballo que alcanza gana”.
Y entonces, Américo y Mario Delgado, pujaron en México porque quitaran a González Valderrama de la Delegación de los Programas de Bienestar, señalándolo como el responsable de la caída en las encuestas de Américo. Vamos, dicen algunos, “lo grillaron” y a partir del primero de marzo, el tampiqueño que se quedó con las ganas de ser candidato a gobernador, se regresa a la Ciudad de México, “su terreno adoptivo”, porque no podemos dejar de reconocer que Valderrama es más chilango que tamaulipeco, porque prácticamente toda su vida ha vivido en la capital del país.
Y será a partir del primero de marzo, cuando tomará las riendas de la Delegación de Bienestar Social en Tamaulipas, el ex alcalde morenista de Güémez, Luis Lauro Reyes Rodríguez, un personaje desconocido, gris, con nula experiencia política al nivel que lo habrán de designar. Y como prueba de que Lauro no estará a la altura de las circunstancias, es que perdió la reelección y le entregó al PRI el municipio que gobernaba. Pero eso sí, parece que este personaje está muy identificado con el precandidato Américo Villarreal Anaya, lo que no garantiza que pueda operar con eficiencia y que de resultados electorales, insisto, en un ambiente tan cuesta abajo para el Movimiento de Regeneración Nacional.
PD. 1. En las últimas horas, la crítica contra el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por su animadversión contra la prensa, empezó ya a generar inquietudes más allá de las fronteras.
Ahora fue el Senador de Estados Unidos por Texas, Ted Cruz, quien señaló al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de intimidar e impulsar agresiones en contra de los periodistas por medio de un discurso “estigmatizante”, acusando que el clima actual al que se enfrentan los comunicadores y políticos en México “es el más mortífero de la historia”.
Por esta razón, Cruz llamó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a presionar a su homólogo mexicano para frenar la violencia en contra de los periodistas. Y dio un dato duro y revelador: “En 2020, más periodistas fueron asesinados en México que en cualquier otro país del mundo. El presidente López Obrador parece decidido a empeorar todas estas tendencias”, dijo el legislador texano.
Sobre los últimos enfrentamientos que han sostenido el mandatario mexicano y el también conductor Carlos Loret de Mola, Cruz opinó que el presidente López Obrador ha utilizado su conferencia matutina para “para intimidar a uno de los periodistas más reconocidos en México” y es por esta razón que busca presionar a la administración de Joe Biden para “detener y revertir esta tendencia mortal”, al asegurar que en México se vive “el colapso acelerado de las instituciones y el Estado de Derecho”.
Ted Cruz cuestionó al representante del Departamento de Estado sobre las medidas que ha tomado la actual administración, al asegurar que “el gobierno mexicano está minando el Estado de Derecho y eso se convierte en un peligro para la seguridad de Estados Unidos y la relación bilateral”.
¿No cree Usted amigo lector que ya es tiempo de bajar los niveles de violencia del presidente con los medios de comunicación? La opinión generalizada de la sociedad mexicana que esta obsesión del mandatario mexicano contra la prensa, no abona a la democratización de la vida pública de México y, si, hace crecer el ambiente de incertidumbre en todas las esferas de la vida nacional.
PD. 2. Y en medio de este ambiente de linchamiento contra la prensa mexicana, la diputada del PRI Alejandra Cárdenas Castillejos, exhortó a la Secretaría de Gobernación para que cesen las conductas que puedan lesionar o violar los derechos humanos y, en particular, los relativos a derechos humanos de los periodistas.
Mediante un punto de acuerdo impulsado por la fracción del PRI, la legisladora expresó, primero su indignación por la forma en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló públicamente información que posiblemente afecta y lesiona el derecho humano a la protección de datos personales de un periodista y su familia.
En este sentido expresó que la labor periodística y quienes la realizan debe ser respetada; “nosotros sí entendemos el valor que representan los periodistas y los respetamos”.
Y es que es una realidad que en este ambiente de linchamiento del presidente de México con la prensa, y en medio de la polarización política y social del país, no sería raro que las agresiones contra comunicadores crecieran, ante la narrativa presidencial de violencia y desprecio a los medios de comunicación y al gremio periodístico nacional. Ojala y no, pero, como dice la tía Inés, por ahí es