Por Oscar Díaz Salazar
Antes de iniciar el periodo legislativo en el que participará como diputado local Ismael García Cabeza de Vaca, ya ganó su primer round, al conseguir evadir el proceso de credencialización con acompañamiento policiaco, recién creado y con dedicación a su persona y circunstancia.
Ismael N dio señales de que pretende asumir la curul en el Congreso del Estado, que obtuvo por la vía plurinominal, como todos y cada uno de los cargos que ha desempañado antes, para ser precisos la senaduría y la regiduria en el Ayuntamiento de Reynosa.
Al tomarse la molestia de litigar, – y ganar -, la omisión del proceso de acreditación, para no arrimarse al recinto legislativo en calidad de ciudadano ordinario, es decir sin fuero, y con esto evitar el riesgo de ser detenido, el Hermano Lelo, demuestra que tiene interés en cobrar las dietas y conseguir el fuero, y señalo solo las ventajas del cargo, porque no se sabe que tenga el menor interés en las tareas legislativas.
Creo que los estrategas del grupo mayoritario midieron mal a los cabezucos, y le tuvieron miedo a un tigre o dragón de papel. La batalla inicial contra Ismael N no debieron establecerla en un terreno arbitrado por el Poder Perjudicial, porque ahí se mantiene fuerte la influencia del clan Cabeza de Vaca.
Considero también que es un error atajar la llegada del Hermano Lelo al Congreso. Mi pronóstico es que Ismael N buscará mejorar el récord de su carnalito Francisco N, en relación a su desempeño como diputado local, que como recordarán, tuvo una trayectoria pior que pinchurrienta, rompiendo récord de inasistencias y permaneciendo mudo en la mayoría de las sesiones a las que asistió.
A Ismael N lo neutralizan dosificando el suministro de contratos de obra pública para las constructoras de su manito José Manuel N. Ese es su nivel, no da para más, no le pidan peras al olmo, ni esperen que sea protagonista.
Concluyo diciendo que la fracción mayoritaria se equivoca al obstaculizar la llegada al Congreso del Hermano incómodo, porque se perderían de contar con un integrante que sería inevitablemente un diputado cómodo, porque no le alcanza para otra cosa.
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