Por Pegaso
Se acerca la Navidad, una temporada muy espiritual. Tiempo de estar en familia y tiempo de empatizar con los demás.
Es por eso que leí con atención y mucho agrado la carta de puño y letra que me hizo llegar el velador de mi colonia, Don Rafael.
Don Rafa, todos los años, a partir de la primera semana de diciembre, manda estas cartitas a los vecinos de la colonia.
Al ser un oficio sin salarios ni prestaciones, es entendible que personas como él deseen llevar a su familia algo más que les permita pasar una Navidad placentera.
A continuación reproduzco el contenido de la carta que me hizo llegar muy amablemente el velador de mi vecindario:
“Muy estimables familias ubicadas en el fraccionamiento. Es un gran placer para un servidor saludarlos muy cordialmente, y en vista que está en vísperas la navidad, y año nuevo quiero desearles a todas las familias que están ubicadas en el dicho fracc así como a todos sus descendientes, les desea un servidor y familia, que tengan una rica y abundante salud para esta navidad y año nuevo de 2023 y ojalá sea mejor que el que termina 2022. Asi mismo, les hago saber que un servidor cuenta con una familia de escasos recursos, y deseo en buena forma si hay posibilidad de ustedes de una aportación como una ayuda en forma de aguinaldo para poder llevarle algo a mi familia para esta navidad y año nuevo, ya que un servidor hace lo posible para resguardar las áreas de sus casas, tanto en tiempos de calor, lluvias, fríos en el interperies, arriesgando mi vida para cumplir fiel y cabalmente y honestamente con mi trabajo de noche. Asi mismo les doy las gracias anticipadas por la ayuda que ustedes mismos consideran pertinente y me pongo a sus respetables órdenes”.
Hasta aquí la carta de Don Rafa.
¡Claro que le aportaré algo, como hice el año pasado!
Por desgracia, hay muchas familias de escasos recursos que, como la suya, apenas sobreviven con un ingreso miserable.
A la fecha una familia no puede subsistir con un salario de dos mil pesos semanales, porque tiene que pagar la luz, el agua, la renta, la comida, la gasolina, si tiene vehículo, los gastos de los hijos, si van a la escuela.
Los últimos estudios indican que el número de pobres en el país ha aumentado en los últimos años, a pesar de los apoyos que el Gobierno de la República dispersa entre millones de familias.
Decir que el Salario Mínimo se ha incrementado en 100 o 200%, resulta una falacia, porque en la realidad, todos siguen ganando lo mismo, mientras que los precios de los productos básicos rebasan inmediatamente cualquier aumento salarial.
Para poder vivir moderadamente bien, es necesario tener no una fuente de ingresos, ni dos, sino tres.
Los profesionistas y emprendedores lo han entendido así. Aparte de ejercer su oficio en el ámbito particular, suelen estar empleados en alguna dependencia de gobierno y además, cuentan con un negocio propio.
Eso les garantiza ingresos de más de 50 mil pesos mensuales, suficientes para atender las necesidades de una familia de clase media (aunque claro, Hacienda les quita desde un 20 hasta un 50%).
No sé si el resto de los veladores de Reynosa hagan lo mismo que Don Rafa, pero al tomar en cuenta todas las consideraciones anteriores creo que es justo que su familia tenga un pequeño ingreso extra en esta temporada, aunque solo sea para que pueda comprar una cena regularmente digna.
Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: “Se está aproximando el duodécimo mes del año y sus celebraciones religiosas tradicionales”. (Ya va llegando diciembre y sus posadas).