Por Pegaso
No sé qué tienen los payasos. Son perversos. Algo ocultan detrás del maquillaje y de sus fingidas sonrisas.
No es el caso de los luchadores, que aunque también traen máscara, sabemos que lo único que están pensando es en aplicarle al oponente la huracarrana, la doble Nelson invertida y el tirabuzón.
No. Los payasos traen algo más. No por nada han alimentado durante muchos años los miedos infantiles y hasta han sido protagonistas de mitos urbanos, como los payasos tenebrosos o los que andaban inyectando SIDA a las personas.
Viendo un video de los tres payasos que hoy por hoy son las más exitosos y polémicos, me refiero a Platanito, Chuponcito y El Kompayaso, comprendo un poco el porqué de esa aversión de la gente hacia esos grotescos personajes.
Y no lo digo por todos. Tengo varios amigos payasos: Trampanino, Arañita y Alé-Alé, que no matan una mosca, pero por otro lado, están los que sí se aprovechan de la careta para cometer todo tipo de trapacerías.
Platanito, cuyo nombre real es Sergio Verduzco, ha sido señalado por la conductora Gaby Ramírez de haberle tocado las bubis durante un programa llamado precisamente “Noches con Platanito”.
Aunque el comediante dijo que eso pasó hace 9 años y además, era parte de un sketch, la conductora lo ha desmentido y ahora piensa denunciar penalmente en Estados Unidos al travieso payaso.
Aún con la aversión que les tiene la gente, los payasos son muy populares, principalmente aquellos que dicen majaderías, como El Kompayaso.
Es más, hay payasos que hasta de periodistas se meten, como el insufrible Brozo.
Pero lo reconozco. No todos están feos. En Monterrey y otros lugares de la República, ocurre un fenómeno muy peculiar, donde chavos jóvenes y guapetones se maquillan la cara como payasos y se ponen a bailar con poca ropa, haciendo las delicias del público femenino.
Payasos hay que logran una imagen de inocencia, apta para los niños, como el famosísimo “Payasito de la Tele”, Cepillín.
Pero, ¿a poco Bozo no daba miedo? ¡Imagínense encontrarse a un payaso en medio de un panteón, en la penumbra!
Yo no padezco coulrofobia, que es el miedo irracional a los payasos, pero no puedo dejar de pensar que tienen algo de inquietante.
Repito. No todos, porque hay quienes se maquillan espléndidamente bien y hasta podría decirse que es un arte, como ocurre con mi buen amigo Alejandro Puente, “Alé-Alé Arlequín”.
Buscando en Internet, me encontré una explicación, que más bien son tres, de por qué la gente teme a los payasos:
-Por una experiencia previa.
-Por efecto psicológico.
-Por un estímulo social.
El Universal, en un artículo sobre el tema, señala que en un estudio reciente sobre la naturaleza del miedo encontró que el payaso era la figura más espeluznante para las personas.
El hecho de que se use el maquillaje para exagerar las características faciales, ya sea para mostrar una sonrisa radiante o uno de profunda tristeza, significa que el payaso es incapaz de mostrar siempre una expresión natural y es este aspecto de la apariencia la clave para entender por qué los encontramos inquietantes.
Bueno, ese sería tema de un profundo estudio psicológico.
Por lo pronto, sabemos que Platanito le agarró las chichis a Gaby Ramírez y que pronto habrá una demanda contra ese payaso manos largas.
Termino mi colaboración de hoy con la frase estilo Pegaso: “Te va cargar el payaso”. (Procederá a levantarte el bufón).