Por Pegaso
El Dr. Malito (Dr. Evil, en inglés), es un villano de la trilogía Austin Powers (Austin Powers, International Man of Mystery, 1997; Austin Powers, The Spy Who Shagged Me, 1999 y Austin Powers in Goldmember, 2002. Director: Jay Roach. Protagonistas: Mike Myers, Michael York, Robert Wagner, Mindy Sterling, Seth Green y Verne Troyer).
Como Cerebro, el ratón malvado de Pinky y Cerebro (Pinky and The Brain, por su título en inglés. Producida por Steven Spielberg, con voces de Maurice La Marche y Rob Paulsen), el Dr. Malito quiere conquistar el mundo.
Pero siempre se interpone en su camino el psicodélico, dientón y calenturiento Austin Powers, un espía que parodia al personaje de la saga de películas 007, James Bond.
Resulta que después de pasar mil y una peripecias, donde Austin salva al mundo en compañía de su novia Foxy Cleopatra y su papá, de luchar contra Goldmember y Marraneo Pérfido, el Dr. Malito y Austin Powers son hermanos.
La serie termina de manera feliz, con Tom Cruise haciendo una película donde a su vez personifica a Austin Powers y éste, junto con Foxy Cleopatra, disfrutan del estreno en una confortable sala de cine.
En México tenemos nuestro propio Dr. Malito.
Es el Presidente nacional del PRI y se le conoce también como Alito. Alito Moreno.
Primero, llegó a la dirigencia de ese partido gracias a su entonces padrino político, el actual Prejidente de la República, ALMO.
Y lo puso ahí, según teoría de Mauricio De Alejandro, para que hiciera las estupideces que sólo él sabe hacer y acabara de empinar al Revolucionario Institucional, cosa que hizo demasiado bien.
Se alió con el PAN y el PRD para hacer coaliciones en el pasado proceso electoral, donde estuvieron en juego seis gubernaturas, de las cuales solo pudieron ganar en dos.
Después de la derrota, como todos sabemos, salen a relucir otros detalles, y resulta que Alito Moreno, cuando fue Gobernador de Campeche hizo muchas travesurillas, evadió al fisco, simuló la venta de terrenos y propiedades, embarrando a su esposa y hasta a su propia mamacita.
La peor estupidez, sin embargo, fue cuando en plena campaña política le sacaron un audio donde dice claramente que a los periodistas no se les mata a balazos, sino de hambre, y eso fue el acabóse para él.
Terminadas las campañas, la culpa de la debacle recayó en los dirigentes. Por el PAN, ya están pidiendo la cabeza de Marco Cortés, en el PRD la de Jesús Zambrano y en el PRI, la de Alito Moreno.
Y esto no termina ahí, porque los defraudados militantes exigen también el cambio de los líderes estatales, como en el caso de Tamaulipas, del panista “Cacharro” Cantú y del priísta Edgar Melhem Salinas.
Ni siquiera los representantes municipales se salvan, porque hay gente que ya está pidiendo la salida de Olga Garza, quien se ha caracterizado por insultar a los periodistas cada que hace una rueda de prensa.
Nuestro Dr. Malito se aferra a la chiche. Sabe que después de la Presidencia del PRI no hay nada más para él.
Y desde las bases se empieza a levantar el clamor de que el PRI debe renovarse o morir, debe cambiar de nombre, como ya lo ha hecho en tres ocasiones, debe cambiar ahora sí de color, porque en las tres veces ha conservado el verde, blanco y rojo de la bandera nacional, y por supuesto, de representantes.
No va a pasar mucho tiempo antes de que Alito, o el Dr. Malito, salga por la puerta de atrás cantando un rap, en compañía de su Mini Mi: “No sé como ser/ no salgo en MTV/solo Dios sabe/ que tengo a Mini Mi junto a mí./
Viene, pues, el rap…, perdón, el refrán estilo Pegaso: “Te constituiste en el pequeño cómico del festejo”. (Fuiste el payasito de la fiesta).