Por Pegaso
PRIMERA HISTORIA
Un sabio hindú salió de la ciudad donde vivía. Iba a lomo de un elefante.
Al caer la noche decidió repostar en un granero que vio cerca del camino. Metió al paquidermo en el granero y después se dirigió a una casa pequeña que estaba cerca del lugar.
Tocó la puerta y salieron seis hombres.
-Soy un viajero y suplico vuestra ayuda. Dejé a mi elefante en el granero. Les pagaré generosamente por la comida que nos puedan ofrecer a mí y a mi cabalgadura.
Los seis estuvieron de acuerdo en darle comida y hospedaje, pero el mayor le preguntó cómo es un elefante.
Asombrado, el sabio les dijo:
-¿Cómo? ¿Nunca habéis visto uno en toda su vida?
-Jamás,-contestaron al unísono.
-En ese caso, no tendré ningún reparo en mostrároslo mañana temprano, en cuanto salga el sol y podáis apreciarlo. Es un animal muy grande y maravilloso.
Uno de los hermanos dijo:
-No hay ningún problema en que nos lo muestres en este momento. Los seis somos ciegos y no podemos ver aún de día. Así que solo con palpar una cosa nos damos una idea de cómo es.
Bajo ese razonamiento, el sabio accedió a mostrarles su elefante.
Abrió el granero, donde reinaba la penumbra, y cada uno de los hermanos empezó a tocar solo una parte del animal.
El primero de ellos, que había palpado el vientre, dijo:
-¡Ya! El elefante es como una gran pared de barro secada al sol.
El segundo, después de tocar los grandes y curvados colmillos comentó:
-No. Sin duda la forma real de este animal es el de una gran lanza.
El tercero agarró la trompa, y después de un rato de inspeccionarla con sus manos, afirmó:
-Escuchad. Este elefante es como una larga serpiente.
El cuarto, que no les iba en zaga, tomó la cola y después dijo:
-Yo creo que es como una soga.
El quinto hermano se dirigió directamente a una de las orejas y dijo:
-Yo pienso que este animal es más bien como un gran abanico.
Finalmente, el sexto hermano, que era el de más edad, se abrazó a una de las patas y sostuvo:
-Todos ustedes se equivocan. El elefante tiene la forma de una gran palmera.
El sabio, que los escuchaba desde el fondo del granero, les dijo:
-Amigos, todos tienen la razón pero a la vez ninguno la tiene.
-¿Cómo es eso?-respondieron.
-Mirad. Todos han tocado solo una parte del elefante. Si juntáis todas vuestras experiencias, sabréis finalmente cuál es su forma verdadera.
SEGUNDA HISTORIA
Un profesor Montemayor, de la Universidad Tamaulipeca navegaba en la Internet y las redes sociales.
Sus alumnos, estudiantes de la carrera de Ciencias de la Comunicación y Periodismo, hacían lo mismo en aquel salón de clases.
-Aquí dice que ocurrió tal cosa,-dijo el primero.
-He buscado en Facebook y aseguran que no sucedió así, sino de esta otra manera.
Un tercer alumno, que había consultado el tema en Twitter, contestó:
-Ustedes están mal. La verdad es lo que se dice en esta red social.
Y así, sucesivamente, cada uno de ellos pretendía estar en lo cierto, al leer las distintas versiones de una misma noticia.
-Todos tienen la razón, pero a la vez ninguno la tiene-dijo de repente el profesor.
-¿Cómo es eso?-respondieron los estudiantes a coro.
-Todos han visto una versión de la noticia. Si juntáis todas ellas, sabrán finalmente cuál es la verdad.