Por Pegaso
La columna de hoy trata de puros chistes de abogados. Si usted no gusta de este tipo de chascarrillos, o es abogado, favor de saltarse hasta donde dice: “Y ahora viene el refrán estilo Pegaso…, etc.”
1.- Un hombre fue con un abogado y le preguntó:
-Y usted, ¿cuánto cobra por una consulta rápida?
-1,500 pesos por tres preguntas.
-¡Vaya! Es un poco caro, ¿no?
-Sí. Y dígame, ¿cuál es su tercera pregunta?
2.- Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre un abogado y un cuervo?
Respuesta: Pues que uno es un animal de rapiña, vive de la carroña, de la basura y de lo ajeno, acecha a sus víctimas y cuando se descuidan, ataca. Primero le come los ojos y después termina de destrozarla. El otro es un ave de color negro de la familia corvidae.
3.- Hay un método muy sencillo para saber la clase de abogado con el cual usted está tratando: Consígase un gato, colóquelo sobre el escritorio. Si el gato sale corriendo, es un abogado perro, muy fiel, confiable y combativo. Si el gato se le avienta encima, es un abogado ratón, así que tenga cuidado con él.
4.- Un abogado llevó a su hijo por primera vez a su hacienda. El hijo le preguntó: “papá, papá, ¿todo lo que veo a mi alrededor es ganado?
-No, hijo-le contestó el leguleyo sin inmutarse. Es robado.
5.- ¿Qué tienen en común un abogado y una prostituta? Que a los dos hay que pagarles primero y después exigirles que se muevan.
6.- Un abogado se compró un auto BMW del año y salió a presumirlo con sus cuates del Tribunal Colegiado.
Llegó, estacionó la nave a la derecha, abrió la puerta para salir y en ese momento pasó un camión y le arrancó la puerta.
El picapleitos se bajó del auto, tomó su teléfono y llamó a la policía.
-¡Mi coche recién sacado de la agencia!¡Ese animal, esa bestia me arrancó la puerta!
El policía le contestó: Pero señor, ¿cómo es posible que sea usted tan materialista?¿No se ha dado cuenta que aparte de la puerta el camión le arrancó también su brazo izquierdo?
El abogado miró el muñón y gritó atónito:
-¡Mi Rolex! ¿Dónde quedó mi Rolex?
6.- Se encontraron dos amigos en la calle y uno le dice al otro:
-¿Qué tal, hermano? Supe que te divorciaste. ¿Cómo te fue? Segurito le tocó 50% a tu mujer y 50% a ti.
-Efectivamente, el 50% fue para mi ex esposa, pero el otro 50% fue para el abogado.
7.- ¿Cómo se sabe que un abogado está mintiendo? Pues cuando se mueven sus labios.
8.- Tres cirujanos discutían en el bar del hospital acerca de sus experiencias sobre las operaciones. El primero dice:
-A mí me gusta operar a los contadores. Los abres y lo tienen todo numerado.
El segundo replicó:
Pues yo prefiero a los bibliotecarios. Tienen todas sus partes ordenadas alfabéticamente.
El tercero terminó: Bueno, los más fáciles de operar son los abogados: Carecen de corazón y de riñones, ¡y la cabeza y el trasero son intercambiable!
9.- A un avión se le descompuso el motor en pleno vuelo, así que el piloto ordenó a la tripulación que pidieran a los pasajeros se abrocharan los cinturones para un aterrizaje forzoso.
-Dejó pasar unos minutos y luego preguntó a la azafata si ya estaban todos listos.
-Sí, contestó la aludida. Todos, menos un abogado que aún anda repartiendo sus tarjetas.
10.- Un abogado llegó a su trabajo el primer día. Una secretaria entró a su despacho y le dijo que tenía una visita. El abogado le dijo que la hiciera pasar, y entonces, toma un teléfono y empieza a decir:
-…Y dígale al señor Gómez que no estaremos dispuestos a aceptar menos de 3 millones, y que no se moleste en llamar, a menos que esté de acuerdo. ¿Está claro?
Después de eso, colgó y se dirigió a la persona:
-Buenos días, caballero, ¿en qué puedo ayudarle?
-Buenos días. Vengo de la compañía telefónica a conectarle el teléfono.
Y ahora viene el refrán estilo Pegaso: “En inmediación de jurisconsultos te observes.” (Entre abogados te veas)