Por Pegaso
Decir que el reggaetón es música, es una blasfemia, una ofensa, una mentada de madre.
Los ruidos que producen los reggaetoneros son un ataque directo al buen gusto, y sus letras son verdaderas majaderías que dejan a los carretoneros y pepenadores como niños de pecho.
Es por eso que se volvió viral el video de una chica colombiana que antes gustaba de esos ritmos, más propios de un orangután, pero que ahora dice que dejará de escucharlos porque se valora y se respeta.
Aseguró que ese género es denigrante para la mujer y sus intérpretes son misóginos y machistas.
No sé qué tuvo que haber pasado para que de la noche a la mañana dejara de disfrutar esa porquería, pero pienso que tiene razón en decir que las mismas mujeres se rebajan cuando bailan, aplauden y hasta elogian a quienes las consideran menos que objetos sexuales.
Incluso en el Senado ya se presentó una iniciativa para prohibir la difusión en radio, televisión o plataformas digitales de éste bodrio disfrazado de ritmo musical.
Veamos algunos ejemplos de esta basura:
Siempre me dan lo que quiero,
chingan cuando yo les digo,
ninguna me pone pero.
(“Cuatro babys”, de Maluma)
La canción “Cuatro babys” fue censurada debido a la letra misógina y machista que presume tener. Es una apología a la violencia de género, misma que ha sido tratada de erradicar más por sentido común que por otra cosa”. (culturacolectiva.com/musica/frases-de-reggaeton-que-demuestran-su-decadencia/)
Otra joyita:
Apaga la luz y quítate la ropa,
es que en verdad no quisiera verte en pelotas,
estás medio gordita pero chupas chévere.
(“Eso en cuatro no se ve”, de Luis G.)
Y otra más:
Tú eres bien puta.
Es lo que ella busca;
se disfraza y me ejecuta,
cuando se convierte en puta.
(“Siente”, de J-King y Maximan Ft Ñengo flow)
Y una más:
Uh, me la chupa,
me la soba y la leche me roba.
Ella se hace la más boba,
malparida, piroba.
(“La groupie”, de La Ghetto Ft. Luis G 21 Plus)
Esos son solo los ejemplos más “light”. Hay algunos que realmente son pornográficos.
Me gustó una caricatura que vi hace unos meses en una revista: Se divide en dos partes. En la parte superior, se ve a una linda chica bailando y gozando con la música del reggaetón, mientras el “cantante” dice cosas sumamente denigrantes para las mujeres.
La otra parte es cuando la misma señorita va por la calle caminando y de pronto sale un peladito y le suelta un piropo subido de color, lo cual la ofende y le causa gran indignación.
O sea, es la misma leperada. Con la única diferencia que en el primer caso, viene acompañada con una horrible música y un antro, mientras que la otra se dice en la calle y a plena luz del día.
O las chavas de hoy están más locas que una cabra o definitivamente les gusta que las traten como chancla vieja.
Yo ya no entendí nada.
Mejor nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que dice: “Luego, ¿con tal cavidad bucal ingieres tus alimentos?” (Y ¿con esa boquita comes?)