Gordofobia es una palabra que yo no había escuchado antes. Es la acción de discriminar a alguien por su exceso de peso o por su apariencia rechonchita.
Ocurre en la escuela, en el trabajo, en la casa y en prácticamente todos los ámbitos de la vida social donde hay alguien con sobrepeso.
Los llenitos suelen ser tomados como punto de referencia. Por ejemplo, si vamos por la calle y de repente nos pregunta un paisano hacia dónde queda la calle Matamoros, afinamos la vista y si vemos a un individuo obeso, le contestamos: “Mira, te vas hasta donde está ese gordito y luego volteas a la derecha”.
Hay muchos individuos corpulentos que pretenden justificar su rotundez: “Vale más gordo que dé risa que flaco que dé lástima”.
Hay distintos tipos de gordura. La obesidad mórbida se produce por alteraciones hormonales, como el hipotiroidismo, pero la mayor parte de los casos se debe a los malos hábitos alimenticios.
Curiosamente los alimentos ricos en azúcares y grasas son los más sabrosos. En nuestro mundo actual, casi casi estamos obligados a irnos por lo saludable, como las verduras, las frutas, los alimentos light y los bajos en azúcar. Pero durante la prehistoria, era absolutamente necesario que los seres humanos acumularan la mayor cantidad posible de grasa en sus tejidos en el menor tiempo. Es lo que sigue pasando hoy con la gran mayoría de los animales. La grasa es garantía de poseer suficientes reservas calóricas y el azúcar de tener la energía para que los músculos se muevan y así, se tienen más posibilidades de sobrevivir que aquellos individuos que están flacos y desnutridos.
Nuestra sociedad actual idealiza las figuras estilizadas, porque ya no necesitamos atiborrarnos de grasas y azúcares para garantizar la supervivencia. Es más, vamos a los gimnasios para quemar el exceso de calorías y vernos de acuerdo con el modelo que nos han impuesto los comerciales y la cultura occidental.
Así que cuando alguien nos dice gordos, en realidad nos está insultando. Esa palabra dicha en sentido peyorativo suele calar hondo e impacta en nuestro amor propio.
Tal fue lo que pasó con la cantante Yuridia y el bullying que desde hace varios años hace de ella el programa “Veneneando” de Paty Chamoy.
Ese programa chatarra acostumbra burlarse del aspecto físico de artistas que no les dan payola, como la propia Yuridia, Vaquita la del Barrio y la Chachis Rivera, a la que bautizaron como la “Chichis” Rivera.
Da coraje que ni siquiera les den el derecho de réplica, porque ese programa se ha convertido en el más influyente de Tele Aztuerca y el más temido en el medio artístico nacional.
Las burlas, puyas, críticas y demás expresiones de homofobia y ahora “gordofobia”, son cosa de todos los días, como si ellos estuvieran muy buenones.
Encabezados por la Chamoy, Daniel Ponzoño, Piedrito Sola y demás patiños se han ganado el odio de los usuarios de las redes sociales por el bullying que ha recibido Yuridia prácticamente desde que inició su carrera artística, en la primera edición de “La Locademia”.
Lo malo de este asunto es que ese tipo de contenido basura ¡es el que más gusta a la gente!
Y gracias a eso, se pueden dar el lujo de cobrar millones de pesos por un comercial de detergente de veinte segundos o varios miles de pesos por una sencilla mención. Ahora sí que el que por su gusto es buey, del cielo le caen las hojas… No. El que nace pa’ tamal, hasta la coyunda lame… No, tampoco. Bueno, la idea es esa, como dice El Chapulín Colorado.
Luego de la polémica, el Gobierno Federal exigió a ese y otros programas que dejen de hacer bullying a los gordos o a las personas con algún defecto físico, y en las redes sociales, donde sí hay alguna gente pensante, crece la presión para que Tele Aztuerca saque del aire el programa “Veneneando”que solo chismes aporta y que ha sido la desgracia de muchos artistas que han tenido la mala fortuna de caer en sus garras con historias inventadas o manipuladas.
Si Paty Chamoy o alguien que la conoce está leyendo esto, dígale por favor que tiene cara de chango chiquito, está más arrugada que la Bruja del 71 y además, está más flaca que periodista en veda electoral.
Y es así como termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “Con la sección de arbusto leñoso con la cual dimensiones, serás dimensionado”. (Con la vara que midas, serás medido.