Por Pegaso
Se acerca la fecha del primero de los dos debates que tendrán los candidatos a gobernador de Tamaulipas, Arturo Díez Gutiérrez Navarro, del Partido Movimiento Ciudadano, César Augusto Verástegui Ostos, de la alianza “Va por Tamaulipas” (PAN-PRI-PRD) y Américo Villarreal Anaya, de la alianza “Juntos Hacemos Historia” (MORENA-PT-PVEM).
Los dos debates programados y organizados por el Instituto Electoral del Estado de Tamaulipas (IETAM), serán el domingo 24 de abril y el domingo 24 de mayo, a las 7:00 de la tarde y se transmitirá en vivo a través de algunas estaciones de radio, televisión o en las redes sociales del Instituto.
Pero, ¿qué podemos esperar los tamaulipecos de estos ejercicios?
Para empezar, los dos principales protagonistas, “El Truco” y Américo se van a dar hasta por debajo de la lengua.
Los ánimos están caldeados, hay acusaciones mutuas por presuntos vínculos con la delincuencia y algunos antecedentes no muy saludables.
Dicen que si quieres saber todo sobre ti, incluyendo de lo que te vas a morir, basta con que te postules como candidato a algún puesto de elección popular. No faltará alguien que te conozca bien y saque a relucir tus pecadillos.
Yo recuerdo algunos debates locales, estatales y nacionales y no se caracterizan precisamente por su civismo.
Aunque esto que les voy a contar no fue precisamente un debate, sí constituyó un intercambio de insultos y palabrería entre el entonces candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador y el Presidente, que en aquel entonces era Vicente Fox Quezada.
Unos cien días antes de la elección, López Obrador propuso que se bajara el precio de los combustibles, a lo que Fox respondió con sus acostumbradas vociferaciones.
La respuesta de AMLO fue: “¡Cállese, ciudadano presidente”, deje de estar gritando como chachalaca”.
En los días que siguieron, López Obrador se refirió a Fox como la “chachalaca” mayor para rematar finalmente con su tan famosa frase: “¡Ya cállate, chachalaca!”, que reflejaba la desesperación y el enojo por el activismo verbal que manifestaba el Presidente, en apoyo al candidato de su partido, Felipe Calderón.
Semanas después se llevaría a cabo uno de los dos debates presidenciales entre un AMLO engallado, un Calderón confiado y un Madrazo que ni siquiera pintó, a pesar de su segundo apellido.
Algo similar está pasando entre los candidatos a gobernador de Tamaulipas. Si bien no se han enfrascado en una esgrima verbal directamente, sí han lanzado acusaciones mutuas y el clima está enrarecido.
Se puede esperar, pues, que este domingo sea más de lo mismo.
Si los asesores de ambos hacen su chamba, veremos algunos datos, fotos o videos inéditos que buscarán embarrar de estiércol al destinatario.
También habrá estadísticas. Cada uno de los candidatos tomará una cartulina con gráficas que los ponen por delante de los otros dos, pagadas, por supuesto.
Américo Villarreal mostrará su curriculum y los logros que en su momento tuvo su padre, Américo Villarreal Guerra, cuando fue Gobernador de Tamaulipas, entre 1987 y 1993.
Por su parte, “El Truco” César Verástegui presumirá su labor al frente de la Secretaría General de Gobierno del Estado durante más de cinco años y los avances que se han tenido en materia de seguridad pública.
Arturo Díez Gutiérrez, sin lugar a dudas, se dedicará a atacar a los dos principales contendientes buscando ganar adeptos para su causa. Sin embargo, será como como un diminuto pekinés minitoy ladrando a dos imponentes mastines.
Seguramente eso y más podremos ver en el primer debate.
Por hoy nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “Es necesario dimensionar el líquido a los tubérculos”. (Hay que medirle el agua a los camotes).