Permítanme que hoy me convierta en la voz de todos los familiares, amigos, compañeros y conocidos de alguien que ya no está – físicamente – con nosotros y que, mediante estas cuantas líneas le rindo tributo a su memoria, a la memoria de un hombre en toda la extensión de la palabra, de ése hombre de campo, de ése hombre rudo que jamás perdió piso cuando estaba en lo más alto, de ése hombre que jamás perdió la cordura, de ése hombre que para todos tenía una sonrisa, que para todos ( familias de bajos recursos) tenía algo que darles, de ése hombre que fue tan querido y que jamás, por esas cosas de la política, su amado partido, el Revolucionario Institucional, nunca le dio la oportunidad de representarlos en una contienda electoral a pesar de tener todos los atributos que se necesitan para ganar una elección.
Ese hombre al que me refiero, es el señorón DON FELIX CUELLAR TIJERINA, así con letras grandes y remarcadas para que se note el tamaño del aprecio que le tenía el autor de este pequeño, pero significativo homenaje.
La única vez que Don Félix participó en una contienda, fue por allá en los ’93-94s, cuando el PRI, por órdenes del gobernador Manuel Cavazos Lerma lanzó la llamada consulta a la base; esa vez, el carismático agricultor y auténtico charro, socio además del lienzo Charro del Noreste, sin mucho trabajo les gano de calle a todos los participantes pero…..como ocurre siempre, esa burda consulta a la base solamente fue una jugarreta ya preparada para salir del bache, porque el golondrino Jesús chuy Rueda ya tenía la candidatura en la bolsa desde mucho tiempo atrás. Así de esa manera tan brusca, a Félix Cuellar le arrebataron el triunfo y por ende, el derecho de ser el candidato.
Y como dicen que cuando alguien actúa mal, se le……(sic) y para Chuy Rueda, así, de golpe y porrazo se le vino la derrota, muy pero muy anunciada.
Como dije antes, Don Félix siguió en lo suyo y años después, a la siguiente contienda, el mismo Cavazos Lerma lo mandó llamar – vía Juan Alonso Camarillo – para que representara a su partido en las elecciones para presidente Municipal de ésta ciudad allá en los 99, cuando el gobernador ya iba de salida.
Esa vez, el ‘’Gober’’ le pidió una impresionante cantidad de firmas pensando que Cuellar Tijerina no las reuniría y ¡para sorpresa de todos! el agricultor le llevó el doble. Sin embargo, una vez más su partido y el gobernador Cavazos le volvió hacer una mala y dolorosa jugarreta, ya que a pesar de las firmas y porque de hecho ya le tocaba, el químico Zaragoza Rodríguez, que era muy amigo de un amigo del gobernador, finalmente se coló y fue a él a quien eligieron candidato ? y que cren? pues que Zaragoza, con todo y el peso de jefe del ejecutivo «chupo faros»… – «Se los dije… Se los dije» – retumbaba en el priismo.
Así como esos, Don Félix sufrió varios golpes y jamás renunció a su partido; honesto como era, Félix nunca quiso aceptar un cargo de consolación, pues le ofrecían Oficina Fiscal, Comapa y hasta la Policía Judicial – Ministerial – y jamás quiso aceptar, su orgullo y práctica de valores estaban a toda prueba y no quería fallarle a sus amigos…uffff, nada que ver con lo que ocurre hoy en día.
Don Félix el agricultor, Don Félix, el político, don Félix el charro, Don Félix ‘’el gato’’ como le decían sus más cercanos amigos por sus ojos borrados, jamás se venció ni de una, ni de otra manera, sin embargo, el padre tiempo, una penosa enfermedad y por supuesto, por la voluntad de Dios padre, hace años se nos fue porque el altísimo lo necesitaba a su lado, dejando aquí en la tierra un enorme vacío.
Permítanme entonces, que en nombre de todos los que lo querían y lo apreciaban, le recuerde con unas palabras que, en opinión de quienes lo tuvieron cerca, pueden describir lo que suponía para ellos. «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida y esos son los imprescindibles» dijo por ahí una persona sabia y aquí encaja como anillo al dedo.
Va pues, el saludo y un abrazo enorme para Don Félix Cuellar Tijerina hasta allá donde se encuentre y con la promesa de que en algún tiempo vamos a encontrarnos.