El retorno de la Federación
José Ángel Solorio Martínez
Después del dominio totalizador del portesgilismo, 1925-1947, los factores locales dejaron de poseer la fuerza definitiva en la selección del candidato a gobernador de Tamaulipas. Los actores tamaulipecos, dejaron la potestad de ese acontecimiento, a las fuerzas políticas de la Federación. El destino sociopolítico de los tamaulipecos estuvo en las manos del poder central.
De esa fecha, hasta el momento, nada se mueve en el estado si no es con la venia de la Federación.
Hoy, ningún actor es capaz de mover por su propia potencia, la balanza a su favor.
Ni uno solo.
Si realizamos una radiografía de la comunidad política en su conjunto, nos percataremos que ni un elemento, tiene la presencia en todo el estado, ni ningún vector posee la necesaria cobertura en todo el territorio estatal.
Cuando un personaje es candidato, lo es por la ayuda que se le presta del único ente que mantiene su autoridad en la totalidad del territorio: la Federación y sus representantes. Una vez, que deja de ser gobernador, esa entidad se enfoca en otro individuo que reencarnará las atribuciones que le confiere el Centro.
Y nadie más.
Olga Sosa, la senadora de la república que ya se hace candidata es apenas un remedo de la fuerza que se requiere para una candidatura de esa envergadura. Sin embargo, se mueve como si ya estuviera palomeada. Con su inseparable sonrisa de plástico, se vende entre los tamaulipecos como si ya estuviera decidida la contienda interna y ella fuera la ganadora.
¿Será conocida en todo el estado?
¿Tiene presencia más allá de Tampico?
¿Sería capaz de ganar una elección sin MORENA y sin el soporte de Sheinbaum?
¿Es su sonrisa tan cautivadora que es suficiente para ser gobernadora?
José Ramón Gómez Leal,es uno de los cuadros jóvenes de MORENA que tiene fuerte injerencia en la vida política de Reynosa. Es senador de la república. Nada más que si se le saca de su municipio es –a pesar de toda su militancia– un desconocido.
¿Tiene el suficiente fuelle para ampliar su influencia en las ciudades de Nuevo Laredo o Matamoros?
¿Le alcanzarán sus fuerzas para ser reconocido en el IV Distrito?
¿Lo conocerán en Soto La Marina?
Doña Maky, que es ajonjolí de todos los moles, estará si falta en la contienda. Con toda seguridad levantará la mano. Es una mujer con varias campañas constitucionales e internas. Pero ya demostró en la reciente campaña todas sus limitaciones y todas sus debilidades: es conocida únicamente en Reynosa.
La Borrega López, es otro aspirante a gobernador cuyos sueños van a ser frustrados por la fatalidad de Tamaulipas. En Río Bravo, no lo ubican. Y eso que gobernó Matamoros por dos trienios.
Llegado el momento de la sucesión, sólo un factor será el que postule candidato.
Y no se ve por ningún lado, en Tamaulipas.