Mario Delgado: su legado pestilente y sucio en Tamaulipas
José Ángel Solorio Martínez
¿Dónde inició la descomposición de MORENA, como organización política?
Sin duda: en el momento, de posicionarse en el partido un sujeto como Mario Delgado Carrillo, como presidente. Justo ese acontecimiento, enterró el proyecto de izquierda verdadera, en el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Recordemos:
1.- Mario Delgado, se impuso en una contienda cerrada a Bertha Luján. Este triunfo, fue construido con la fuerza de un bloque político, formado por diversas corrientes morenistas que les daba escozor el arribo de Luján a la presidencia de MORENA. Uno de los más insistentes detractores de la candidata Bertha, fue Alejandro Rojas Durán –ahora se ha quitado el disfraz y promueve con toda su alma a Xóchitl Gálvez–.
2.- Para superar a Luján, Delgado y su grupo, pidieron el auxilio económico de los ya célebres hermanos Carmona.
Estos personajes, no se midieron: proporcionaron, dinero, vehículos terrestres y aéreos a Mario, para el despliegue de su campaña por todo el territorio nacional. De todo ello, hay pruebas documentales, que están en manos de agencias policiales norteamericanas y nacionales.
Esa cercanía del actual dirigente nacional de MORENA, con el grupo de los reynosenses fraternos Carmona, generó no sólo el enlodamiento del liderazgo de Mario; también provocó la desvirtuación de la estructura partidista del partido del presidente de la república.
Inició el deslave del no mentir, no robar y no traicionar.
El nacimiento de Delgado como líder, llegó con lodo; y siguió empeorado en el futuro.
Fuentes nacionales, han documentado el patrocinio de los citados carnales, en el financiamiento de al menos, cinco candidatos a las mismas gubernaturas.
¿Cuánto dinero llegó a las manos de Mario para ese objetivo?
Oficialmente, se desconoce; extraoficialmente, se comenta que quién sí lo sabe es el candidato a alcalde, Erasmo González.
3.- El arribo a la presidencia del CEN de MORENA, de Delgado Carrillo y sus posteriores practicas –definir en función del dinero y no por trayectorias– transformaron a este partido en un remedo del PRI en sus momentos más decadentes, por sus formas de definir candidaturas y liderazgos locales y regionales. Casi todo apegado al tintineo de las monedas.
4.- En Tamaulipas, son más evidentes los impactos del dominio de Delgado de la urdimbre partidista. Algunas candidaturas de municipios relevantes en la entidad, fueron definidas por el peso del guachicol –se infiere: en el cumplimiento de convenios pasados con los herederos de Carmona–: Nuevo Laredo, con Carmen Lilia Cantú Rosas; Altamira, con Armando Martínez y Madero, con Erasmo González. Y la joya de la corona de la Ganga del Guachicol: la candidata al senado guinda, Olga Sosa.
Fea forma de iniciar el Segundo Piso de la IV T en Tamaulipas.
El guachicol, seguirá en las venas del sistema político regional, por mucho tiempo, por muchos trienios y sexenios.
5.- El tan manoseado caso Reynosa –la melodramática, serie protagonizada por Makyito– tiene que verse, a través del cristal de la depravación política y moral de Mario Delgado. Se ha dicho, que los Makyiavélicos, pagaron hace tres años entre 50 y 100 millones de pesos por la candidatura a la alcaldía de Makyito y otro monto similar –este año– para obtener la suplencia de una senaduría plurinominal.
En ambos casos, Delgado Carrillo es personaje esencial.
¿A dónde va MORENA con Mario?
¿Abonan esas conductas para la construcción del proyecto de #esClaudia en la comarca?
¿Tiene futuro digno Tamaulipas, con esta herencia pestilente y sucia del liderazgo de Delgado Carrillo?
Lo veremos.