por Carlos G. Cortés García
MARIO LLERGO: TAMAULIPAS NO ES TABASCO
· Tanto el delegado del Comité Nacional de MORENA, Mario Llego, como Manuel Muñoz Cano, presidente del PVEM en Tamaulipas, sufrirán las consecuencias de sus malas acciones, con intenciones buenas o malas, pero al fin y al cabo con intenciones, olvidando que, en Tamaulipas, el Jefe Político del Estado se llama Américo Villarreal Anaya, por mezquinas intenciones. Por ello, es que han hecho barbaridad y media en este proceso electoral que está por iniciar en la entidad.
Dicen en mi pueblo que el “flamante” delegado del Partido Morena salió como tapón de sidra de Tamaulipas, después de haberse confrontado en pocas semanas con todos aquellos que estuvieron a su alcance, por ese “muy particular” estilo de “hacer política”.
Primero, armó la rebambaramba en Matamoros en donde no supo cómo y generó un inconmensurable enojo del alcalde de esa ciudad, quien con todas sus letras lo mandó más allá de la finca presidencial en Chiapas.
Después, se reunió con los aspirantes a la candidatura a la presidencia municipal de Reynosa, reunión en donde, de acuerdo con versiones confiables, les habría dicho que el actual alcalde de Reynosa, Carlos Víctor Peña Ortiz, ya no sería el candidato morenista, lo que abría la posibilidad de que cualquiera de los cuatro que aspiraban al cargo, podría ser el ungido. Todos ellos diputados locales de MORENA, por cierto, se fueron con la finta y se quedaron con un palmo de narices.
Días después de dicha “genial declaración” el señor Llergo presidió una rueda de prensa en aquella esquina del territorio tamaulipeco, Reynosa, y destapó a Peña Ortiz como candidato marrón a la presidencia municipal. Cero e iban dos, dirían en el argot popular. Se armó la de Dios es padre y seguidores de los aspirantes le recordaron a la autora de sus días, habiendo posibilidades de que llegara la sangre al río, lo que afortunadamente no pasó, pero el asunto se puso caliente.
Pero la cereza del pastel no tuvo parangón. Esa ocurrió en la capital de Tamaulipas, Ciudad Victoria, en donde el señor Llergo ofreció el pasado jueves por la noche una rueda de prensa, en donde anunciaría que el bueno para competir por la Presidencia Municipal de Ciudad Victoria, por MORENA sería… Jorge “El Tico” García.
Todos los que seguíamos la transmisión por Facebook nos quedamos con “Cara de What”. ¿Qué pasó? ¿De qué nos perdimos? ¿Quién le dijo a Llergo que la jugada era por ahí? A este fino tabasqueño se le olvidó que Tamaulipas no es Tabasco y que aquí en Tamaulipas hay un jefe político que se llama Américo Villarreal Anaya, le guste a este señor Llergo o no le guste, y se le debe de respetar.
Y me atrevo a asegurar que este señor ni siquiera habló con el Gobernador Villarreal Anaya de este tema. De eso estoy seguro, porque vino a tierras tamaulipecas a hacer realidad las ideas de Juan Rulfo en su obra El Llano en Llamas y dejar a la víbora chillando.
Y todo lo mal hecho por el señor Llergo en Tamaulipas, causó un enojo profundo entre los morenistas de Tamaulipas, por el poco tacto político de este sujeto al “anunciar” las acciones que, por lo menos todos nos imaginamos, lo mandaron a hacer a Tamaulipas.
El pobre hombre no dio una. Y en Victoria generó un cisma al destapar al señor “Tuco” porque no se le veía en el radar, además de que era secreto a voces, desde semanas atrás, que el actual presidente Municipal de la capital de Tamaulipas, Eduardo Gattás Báez, ya había sido palomeado para encabezar los esfuerzos de MORENA para competir por el Gobierno Municipal de cara a la elección del próximo 2 de junio.
Como resultado de esta acción que, insisto, se sacó el señor Llergo de la chistera, mientras el delegado del CEN morenista huía de Tamaulipas, se rompió en Ciudad Victoria la alianza con rumbo a la elección del dos de junio. Y al día siguiente, tras un llamado del señor “Tuco” a la unidad morenista, declaró que a él “el pueblo lo puso y el pueblo lo quita”. ¿De cuál habrá consumido el señor Tuco? ¿Cuál pueblo? A él lo puso Mario Llergo y lo que habría que preguntarse es ¿de parte de quién?
Terrible la equivocación política del señor Llergo en Tamaulipas y debería dar la cara a los morenistas tamaulipecos para explicarles por qué actuó como actuó. Por qué de no hacerlo, dejará muchas dudas en las cabezas de quienes creen en la política morenista.
Y en ese sentido, me queda claro la verticalidad de la presidenta de MORENA en Tamaulipas, quien obró en consecuencia de las declaraciones de Mario Llergo. Y tomó decisiones. Y las tomó en beneficio de sus militantes. Ya hubiera querido Mario Llergo tener la estatura política de Yuriria Iturbe.
Así pues, Yuriria rescató el proceso electoral flanqueada por Lalo Gattás, por Gerardo Illoldi y por el Dr. Margid Rodríguez Avendaño, quienes, junto al Diputado Local, José Braña Mojica, y, claro, “El Tuco” García, compitieron por la candidatura. Pepe Braña dejó la competencia tras ser designado candidato a la diputación federal por el V Distrito Electoral, en Ciudad Victoria.
Lalo Gattás, pues, será registrado como candidato de MORENA a la alcaldía victorense. Y quien no quedó muy contento con la decisión final y el rompimiento de la Alianza “Sigamos Haciendo Historia”, fue el dirigente del Partido Verde en Tamaulipas, Manuel Muñoz Cano, quien ha anunciado la impugnación de la decisión del Instituto Electoral de Tamaulipas, de aprobar dicho rompimiento.
En el ambiente flotan muchos argumentos para impugnar dicho rompimiento, todos ellos tasados en pesos. Pero como ese asunto son sólo especulaciones, lo dejaremos en sólo rumores. Lo que sí es una realidad es que, al igual que a Mario Llergo se le olvidó que Tamaulipas tiene un jefe político, también se le olvido a Manuel Muñoz Cano. Y de que ese olvido tendrá consecuencias para el PVEM, habrá consecuencias.
Por lo pronto, el alcalde Gattás se prepara para su registro y el inicio del proceso electoral, el próximo primero de abril.
PD. 1. Un presunto tornado pegó la madrugada de este lunes en el municipio de Soto la Marina que causó daños materiales y afectó el servicio de energía eléctrica de miles de pobladores de diferentes lugares de dicha localidad, lo que nos obliga a nunca olvidar que la naturaleza no tiene palabra de honor. Ante lo inevitable, preparémonos.