Victoria, Tamaulipas: la lógica de los números
José Ángel Solorio Martínez
Después de ciudad Madero –su alcaldía– y la solución equilibrada, pactada, el municipio con final terso, es la capital del estado. El CEN de MORENA, resolvió acabar con los raspones internos y en concordia, postular en su reelección a Lalo Gattás y dejar para mejores tiempos al diputado local, Pepe Braña, enviándolo como candidato a la diputación federal por el IV Distrito cuya cabecera, y el grueso del padrón electoral, está en territorio victorense.
Mejor escenario para los morenistas, en el cetro del estado no puede haber.
Como se conocía, el legislador local, no contaba con la fortaleza para confrontar a la posible candidatura del PRIAN en la persona de Oscar Almaraz que pinta como un peligro para cualquier aspirante que no sea Gattás.
Braña, representaba riesgo.
Y más, porque su hipotética candidatura a la alcaldía, ponía contra la pared a los candidatos a diputados federales y locales, que pudieran haber sido arrastrados a una contienda de rompe y rasga.
De otra forma: con Gattás por la alcaldía, gana hasta Braña. Lo estratégico del municipio, obliga a todos los factores de poder a apuntalar tanto al alcalde Lalo, como a Pepe, para exhibir hegemonía lopezobradorista en una región en la cual el gobernador no puede perder el control. Justa esa posibilidad, –la de sufrir un descalabro– hizo el acomodo final de las fichas.
La viabilidad de seguir con el mando de la capital y su periferia para MORENA, radica en el efecto remolque de un candidato como Lalo. En la nueva reconfiguración, Braña, casi va solo; y en las diputaciones locales, únicamente existe una región bajo presión: la que disputará la legisladora, Alejandra Cárdenas.
Alejandra, podría ser la última carta de los Cárdenas. Tiene presencia y posibilidades; sólo tiene que enfrentar la embestida de Gattás que tiene cuentas pendientes contra quienes la promueven y la han promovido en busca de privilegios perdidos.
Otro acomodo del escenario sociopolítico capitalino que conspira contra el PRIAN, es la emergencia del MC. Sus candidatos, con todo y que no representan preocupación para los aspirantes de MORENA –ni para los del PRIAN– sí erosionaría la clientela electoral del panismo en el centro del estado, toda vez que los candidatos naranjas se escurrieron de grupos panistas con cierta presencia e influencia en tierras victorenses y su alrededor.
De otra forma: el MC, que irá por lo suyo en la búsqueda de dos diputados locales plurinominales lejos de afectar al lopezobradorismo capitalino lo fortalece y lo consolida. Otro factor que podría hacer debilitar al prianismo, es el factor Geño. Su centro de influencia –el centro del estado–, es y ha sido la capital –y seguramente lo seguirá siendo–. Se infiere, que rasguñaría votos al PRI y al PAN, para llevarlos a la coalición de MORENA vía PV.
Más claro: Geño, consciente o inconscientemente, estaría tomando venganza contra Almaraz –el victorense– que se especula, lo traicionó para echarse en brazos de Cabeza de Vaca cuando él, amargamente vivía como inquilino del penal de Tamatán.
¿Haría campaña a favor de Almaraz, Eugenio y su familia?
Sólo los fantasiosos pueden suponer esa eventualidad.
La recomposición actual de las fuerzas políticas en la capital, sólo pudo haberse dado con la candidatura de Gattás. Sin Lalo en la boleta, los residuos de los Cárdenas, hubieran sido capaces de incorporar ingobernabilidad a los procesos capitalinos ante lo exiguo de la candidatura a la presidencia municipal de Pepe Braña.
Los factores externos, todavía hace unas horas pataleaban para sacar al alcalde Lalo, de la pugna por la presidencia municipal. Presionaron hasta el final con Braña; ya convencidos de la inviabilidad del sobrino del presidente AMLO, intentaron meter a Tico García –el coyote de los medicamentos del Sector Salud–.
Se impusieron los números y la lógica del Segundo Piso de la IV T.
Se espera, que ese tipo de razonamientos, resuelva San Fernando, Reynosa, Río Bravo y Matamoros.
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