El panismo de Paloma
José Ángel Solorio Martínez
¿Y los diputados locales del PRI-Tamaulipas?
Hasta el momento, no ha enseñado sus cartas.
Probablemente, por pudor. Quizá, por la pena de ser el más pequeño de los partidos opositores en el espectro sociopolítico de la región; a lo mejor, por el sentimiento de culpa que se les ha cargado con sus obscenos apoyos a la derecha mexicana encarnada por el PAN.
No se sabe.
Lo cierto, es que el tricolor seguirá vistiéndose de traidor a la sociedad mexicana, si continúa sumándose a una irracional oposición que intenta liquidar al presidente, Andrés Manuel López Obrador y sus políticas sociales.
Ni dudarlo: el institucional, como forma de sobrevivencia, insistirá en ir a la sombra de su nuevo socio político y otrora enemigo mortal: el PAN
Ya la candidata a la presidencia de la república, Xóchitl Gálvez, fue a hincarse ante el imperio norteamericano y a prometer regresar a las políticas neoliberales para regresar los beneficios estratosféricos a las empresas norteamericanas en las áreas de energías “limpias” y en los asuntos de los hidrocarburos.
¿Quiénes están en el arrancadero para apropiarse de las diputaciones plurinominales del PRI-TAM?
Que se sepa, por inferencia: Paloma Guillén Vicente y Luis Enrique Arreola. La uno y el dos del CDE del institucional en la comarca.
Guillén Vicente y Luis Enrique, poseen un largo rosario de méritos partidistas: la primera ha recorrido varios cargos a los cuales un militante pueda aspirar: diputada local, diputada federal; el segundo, de menor calado, cuenta con una respetable trayectoria desde muy joven en su partido.
Los dos, hasta cierto punto, con posturas progresistas al interior de la estructura tricolor.
Para Arreola, moverse a la derecha, no será complicado. Su pragmatismo, es muy público; para Paloma, no será tan sencillo: su trayectoria es más bien conocida por su actitud de centro izquierda.
Es más: en los últimos años de carrera política, el impulso de su hermano Sebastián, ha sido crucial para su maltrecha militancia y su apocada presencia en la sociedad tamaulipeca.
¿Cómo hará Paloma, para sumarse al coro que pide la aniquilación de los programas sociales de MORENA?
¿Sebastián, hará algún pronunciamiento desde la Lacandona para señalar el vuelco derechoso de su fraterna?
¿Se opondrá a la continuación de la recuperación de la industria petrolera y la emergente industria de litio, para la nación?
(Justo lo que demanda el PAN).
Una pena, por lo paradójico: ella nació y creció en una región que fue delineada y articulada por el petróleo y las políticas nacionalistas con que se manejaron los hidrocarburos.
Otra contradicción que la persigue, es su escaso trabajo al frente de un PRI que requiere de atención apremiante. No sólo no ha visitado a los Comités Municipales –dicen que no hay fondos, para esas tareas–, cuentan en corrillos que los tiene olvidados con los aportes económicos para que esas entidades cubran desde pagos al personal, hasta gastos tan primarios como agua potable y energía eléctrica en sus oficinas.
Cualquier persona con la mínima dosis de patriotismo, en la coyuntura que vivimos, habría renunciado a un PRI, quien, a partir de 1988 dejó de ser practicante del nacionalismo revolucionario, para pasar a ser un peón de las políticas norteamericanas y un sirviente de las grandes empresas gringas.
Hace años, AMLO acuñó el término PRIAN.
Algunos observadores políticos se rieron.
Hoy, nos damos cuenta, que el tabasqueño, se las sabe de todas, todas…