El retorno del panismo porteño
José Ángel Solorio Martínez
Si algo caracteriza los escenarios políticos tamaulipecos, es su recurrente paso de la paz a la turbulencia. Son como olas que se mueven en un mar apacible, para en instantes, tornarse en impresionantes maremotos. Esa debe ser la imagen del PAN, en la región. Hace unas semanas, nadie apostaba contra el panismo de Cabeza de Vaca; se le consideraba, la parte hegemónica de una organización que por décadas vivió tersos cambios en sus dirigencias: sin muchos aspavientos.
Luego de seis años de gobierno, del reynosense, se vinculó a los grupos de poder azules; buenos y malos. Se acercó, tanto a lo mejor del panismo nacional, como al peor zumo partidista: Genaro García Luna y cómplices.
En ese contexto, Chucho Nader, alcalde de Tampico, se movió con discreción; hizo de su forma de gobernar -la mayoría de los tampiqueños afirman que lo ha hecho, muy bien- su mejor carta de militante albiazul.
Se percibía un discreto acuerdo del panismo jaibo: esperar mejores tiempos. La capacidad de definición al interior del partido, era tal, que ninguna figura osó contrariar a Cabeza de Vaca en las decisiones que tomó -muchas veces, unilateralmente-.
Nader y seguidores, optaron por enconcharse en su territorio y esforzarse por hacer el mejor gobierno municipal de la comarca.
Resultó un éxito la estrategia.
Chucho, está en la cima por su trabajo gubernamental en el puerto.
En tanto, Cabeza de Vaca, entró en un proceso de irrefutable declinación.
Cierto: Xóchitl Gálvez, lo sumó a su equipo, en el siempre controvertido tema de la seguridad. La mala noticia para sus seguidores y correligionarios: la opinión pública nacional, tomó como un garrafal error ese anuncio. Ni uno sólo de los líderes mediáticos, percibió como acierto el ingreso del ex gobernador a la Nomenklatura azul.
Fue carnita para la IV T.
Lejos de aportar potencia a la campaña de la potentada de la gelatina, sumó cieno al que ya arrastra la panista con los mil cuatrocientos millones de pesos, provenientes del tráfico de influencias bastante documentados.
La negra noche para Cabeza de Vaca, cada vez está mas cerca: se reavivó la orden de aprehensión por parte de la Fiscalía General de la República. Ello lo obliga, a permanecer en el extranjero; lo distancia -y lo debilita- de los temas fundamentales del PAN: candidaturas, cambios en los liderazgos y línea para los aparatos transexenales que se fabricó desde el Congreso local.
¿El resultado de ese vuelco?
Se infiere: si CdeV pierde vitalidad, otra fuerza la gana.
Es evidente: los actores políticos, nunca mueren del todo; resisten y persisten, aún en escombros. Como también es visible, la reconfiguración del panismo jaibo, que tiene la posibilidad real de regresar a niveles de protagonismo no vistos desde los años 90, con Ángel Camargo, Carmen Bolado, Arturo Elizondo, el Chivo Mejía y Diego Alonso Hinojosa.
El panismo es porfiado en eso de acumular desechos: defiende a capa y espada a sus prohombres, como Vicente Fox, Martha Sahagún, Genaro García Luna, por lo que no hay descartar -categóricamente- la permanencia de Cabeza de Vaca en su círculo íntimo.
Es tan probable, como posible.
Lo cierto: la coyuntura está pintada para el regreso triunfal de Nader y su flota al PAN-TAM.
¿Quién suma más a la campaña de Miss Gelatinas en Tamaulipas?
¿Un Cabeza de Vaca, enlodado, desprestigiado, aborrecido por parte de sus compañeros de partido, requerido por la justicia por presuntos delitos graves…
…o Nader, uno de los mejores alcaldes del país, representante de un panismo eficaz e incluyente?